Todo empezó como un hobbie, hasta el día que dejó de serlo. Mi primera cámara llegó a mis manos cuando yo tenía 20 años y desde entonces, aquí sigo.
Desde muy joven siempre me ha fascinado la gastronomía, por ahí comenzaron mis primeros pasos hacia la fotografía y más tarde, quise sorprenderme a mí mismo con los retratos, paisajes y ayudando a empresas a dar su mejor versión.
Tengo la fortuna de querer retarme cada día a plasmar lo mejor de mi y de ti a través de una cámara.